De vuelta al género de acción que la convirtió en una estrella de Hollywood, la actriz Jennifer Garner dijo que, a diferencia de su personaje en la violenta y cruda película “Peppermint”, ella no cree que la venganza sea un camino razonable o útil.
“En mi primera reunión con Pierre Morel (el director de la cinta), le dije: ‘¿Crees que la venganza es una opción? No, obviamente, hasta el punto de la película, pero, ¿ves la venganza, a pequeña escala, como una opción?'”, comentó la actriz estadounidense en un encuentro reducido con los medios en el que participó Efe.
“Él me miró y me dijo: ‘No. ¿Y qué opinas tú?’. Y le dije: ‘No, no merece la pena, no. Tienes que ir hacia la luz’. Pero Riley (su personaje en ‘Peppermint’) no hace eso. Ella va hacia la oscuridad”, afirmó.
La adrenalina vuelve a dispararse en la gran pantalla gracias a “Peppermint”, en la que está acompañada en el elenco por John Gallagher Jr. y los latinos Juan Pablo Raba y John Ortiz.
La actriz (Houston, EE.UU., 1972) da vida a una mujer corriente que, de la noche a la mañana, se convierte en una máquina de matar y emprende por su cuenta una sangrienta venganza contra los criminales que asesinaron a su marido y su hija.
Aunque ha trabajado en comedias como “Juno” (2007) y dramas como “Dallas Buyers Club” (2013), la trayectoria de Garner está muy vinculada a la acción, ya sea en la serie “Alias”, que le dio un Globo de Oro, o en películas como “Daredevil” (2003) o “The Kingdom” (2007).
“Sabía que quería hacer una película de acción, no sé por qué. Sentía que estaba en buena forma y que todavía tenía este conjunto de habilidades que no he estado usando”, explicó sobre su regreso al cine más espectacular.
Pese a que su personaje en la cinta va descubriendo maneras cada vez más siniestras e inventivas de finiquitar a sus rivales, un cartel mexicano que ha logrado infiltrarse en las fuerzas de seguridad y los tribunales de Los Ángeles (EE.UU.), Garner marcó distancias entre su papel y ella.
“Mira, es una fantasía. No es un modelo para nadie. Es una fantasía en el mismo sentido que Jason Bourne, pero en esas películas lo que hace grande a Matt Damon como Jason Bourne es que él no está interpretando la fantasía de ello: está interpretando la realidad de su situación”, opinó.
Garner aseguró, además, que no se le debería permitir a nadie que se tome la justicia por su mano: “Creo que eso es el caos”.
El encuentro de Garner con los medios tuvo lugar en un hotel de Los Ángeles unos pocos días antes de que la actriz acompañara a su expareja Ben Affleck a un centro de rehabilitación para que recibiera ayuda por su alcoholismo.
Quizá porque Garner ha sido un objetivo constante de la prensa sensacionalista y del corazón, los encargados de la promoción de la película (que se estrenó en EE.UU. el pasado 7 de septiembre) exigieron a los periodistas que no hicieran preguntas sobre una sorprendente y larga lista de asuntos, desde su matrimonio y temas personales hasta su opinión sobre la violencia por armas de fuego.
No obstante, Garner no eludió aspectos políticos y sociales que recrea “Peppermint”, como la imagen de “un sistema roto” y sin justicia que lleva a una mujer desesperada a cometer incontables crímenes.
Además, la película muestra el tristemente conocido barrio de Skid Row, una zona muy cercana al centro de Los Ángeles en la que viven miles de personas en tiendas de campaña y en condiciones infrahumanas.
“La gente piensa que todo es luminoso y resplandeciente en Los Ángeles. Pero no: Los Ángeles también tiene mucha oscuridad”, indicó con seriedad.
Tras alabar al director Pierre Morel, con quien tuvo una “dinámica increíble, y una cariñosa y a veces inflamable relación”, y al colombiano Juan Pablo Raba, “un actor feroz” y su máximo enemigo en “Peppermint”, Garner subrayó el cambio de registro de su nuevo proyecto, la comedia televisiva “Camping” de HBO.
“Dije más diálogo en un día de trabajo ahí que lo que dije en toda esta película”, cerró entre risas.