La calificadora ajustó a BB- la calificación de Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, apenas dos semanas después de haberla bajado a BB desde BB+, el 4 de abril.
En tanto, la agencia actualizó el grado de CFE a BBB-, lo que la deja a un grado del nivel especulativo.
Estos ajustes reflejan el “vínculo directo” que estas compañías tienen con la calificación soberana de México, explicó el comunicado de Fitch, que apenas el miércoles bajó a BBB- el grado de riesgo de la deuda en moneda extranjera a largo plazo del país.
“Fitch considera débil la gobernanza corporativa de Pemex, dado el continuo alto nivel de interferencia del Gobierno en la estrategia de la compañía, el financiamiento y la gerencia con cambios en la administración”, expuso.
Entre los factores que citó la calificadora, destaca la caída internacional de los precios del petróleo y gas, pese al acuerdo de este fin de semana de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+).
La agencia aseveró que el deterioro de la calificación refleja la “limitada flexibilidad de la compañía” para navegar en este panorama ante su elevada carga fiscal, su creciente costo de producción por barril y la alta inversión necesaria para mantener su producción y sus reservas.
Pemex prácticamente duplicó sus pérdidas en 2019, con un resultado negativo de 18.367 millones de dólares, un 91,8 % más que los 9.575 millones de dólares de 2018, pese a la promesa del nuevo Gobierno de rescatar la compañía.
“Un sostenido deterioro de la flexibilidad financiera de Pemex, acompañado de la inacción del Gobierno para soportar su liquidez”, apuntó Fitch como un factor negativo que podría llevar a una nueva rebaja de su calificación crediticia.